viernes, 11 de septiembre de 2015

Un juego de rol en su convención más tradicional es definido como un juego interpretativo-narrativo donde un grupo de jugadores asumen el rol de personajes imaginarios a lo largo de una historia creada colectivamente en su imaginación. Esta interpretación incluye recitar sus diálogos, describir sus acciones y actuar según las fortalezas y debilidades del personaje elegido con el fin de modificar el mundo de fantasía que los rodea y que evoluciona según las decisiones y acciones tomadas por los jugadores. No hay un guion a seguir más allá de la voluntad de quienes participan en una partida. Por esta razón, la imaginación, la narración oral, la originalidad y el ingenio son primordiales para el adecuado desarrollo de esta forma dramatúrgica. En cierto modo los juegos de rol son la versión adulta de los juegos de fantasía infantiles, como «policías y ladrones», «mamá y papá» o «indios y vaqueros», en los que los niños se imaginan ser un personaje que en realidad no son.

En una partida de rol la cantidad de jugadores puede variar según el juego pero en todos es necesaria la existencia de alguien que se encargue de arbitrar. Es esta persona quien interpretará el papel más complicado porque debe manejar la historia y modificar el mundo según las determinaciones de los jugadores. Generalmente es el narrador quien propone la historia al resto de los participantes y debe manejar al revés y al derecho las reglas del juego, incluso sabiendo que las reglas no son del todo estrictas para darle espacio a la imaginación y a la naturalidad en el desarrollo de la historia. Esa es el alma de los juegos de rol, ir creando una historia. Por eso, cada participante que interpreta un rol en base a la historia dada por el narrador, va dando forma a su personaje en base a sus gustos.

Las temáticas de los juegos de rol incluyen una amplia gama de mundos y relatos de fantasía siendo más comunes los escenarios medievales, los juegos de terror, las catástrofes apocalípticas, los mundos de bestias mágicas, utopías futuristas y mundos llenos de misterios antiguos por descubrir cuyos únicos límites son aquellos que plantea la imaginación de quienes participan. En resumen, el límite lo pones tú. Es común ver también juegos basados en grandes sagas del cine y de la literatura como El señor de los Anillos, Star Wars, Harry Potter y Juego de Tronos. También grandes éxitos de la televisión y animación japonesas como Naruto. Al juego se le podría definir como una actividad de recreación que busca como objetivos el divertimento y la distracción de sus participantes, y en muchas ocasiones es utilizada con un papel educativo valiéndose de que exige la participación de uno o más individuos para su desarrollo.

Los juegos de rol promueven la educación, ya que a través de este se accede al conocimiento de forma significativa, pues convierte en relevantes, informaciones que serían absurdas de otra manera. Beneficia el cálculo mental por su aprendizaje de accidentes geográficos y nombres, adquisición a la hora de esquematizar y tomar notas. Otro gran aporte de estos juegos en beneficio del desarrollo educativo, es la promoción de la lectura como medio lúdico y recreativo, lo que a la larga favorece la creación de hábitos que ayudan a superar muchas de las dificultades que surgen en los estudios como consecuencia de una deficiente lectura comprensiva, por falta de motivación. Ayuda a adquirir una gran riqueza expresiva, vocabulario, otro culpable del gran déficit que suele ser origen del fracaso escolar. Los juegos de rol también estimulan el potencial creativo e imaginativo de la persona, además de hacer trabajar el razonamiento y la lógica durante el transcurso de las aventuras al enfrentar nuevos panoramas, retos y confrontaciones e intentar solucionarlos.

Los juegos de rol fueron creados en los 70’s en los Estados Unidos. Evolucionaron a partir de herramientas militares utilizadas por oficiales de diferentes ejércitos europeos para calcular y “simular” en un tablero las posibles consecuencias de sus tácticas en el campo de batalla basándose en la tirada de un dado aleatorio para medir las innumerables variables.
La idea primordial en los juegos de rol es lograr un objetivo único y general, una meta, como en cualquier juego de mesa o social, pero la diferencia primordial, y gran ventaja, es que los juegos de rol tienen como base la cooperación, no la competencia. Es por eso que en los juegos de rol los participantes no participan por ganarse unos a otros sino que deben ayudarse entre todos para llegar al final de la historia, ojalá intactos.

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